No son sólo clases, no es sólo invertir tiempo y dinero en una clases para los jóvenes…
Les enseñamos a ser constantes, a ser disciplinados, les damos ese punto de motivación que a veces necesitan.
En clases les proporcionamos las herramientas que necesitan para enfrentarse y resolver ellos mismos los problemas, no siempre pueden resolverlos y es ahí cuando aparece la frustración, es importante tolerarla ya que les proporciona herramientas y habilidades fundamentales para enfrentarse a los desafíos de la vida de manera saludable y efectiva.
Trabajar la frustración con los jóvenes viene bien en diferentes aspectos:
Desarrollo emocional: Aprender a manejar la frustración ayuda a los jóvenes a desarrollar una mayor inteligencia emocional. Les permite reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones de manera constructiva, lo que a su vez mejora sus relaciones interpersonales y su bienestar general.
Resiliencia: Trabajar a través de la frustración fomenta la resiliencia en los jóvenes. Les enseña a recuperarse de los contratiempos y a seguir adelante a pesar de las dificultades. Esta habilidad es esencial para enfrentar los desafíos de la vida con una actitud positiva y la capacidad de adaptarse.
Toma de decisiones: Experimentar y superar la frustración ayuda a los jóvenes a desarrollar habilidades de toma de decisiones más efectivas. Aprenden a evaluar situaciones, considerar diferentes opciones y tomar decisiones informadas en lugar de reaccionar impulsivamente ante la frustración.
Autodisciplina: Aprender a lidiar con la frustración requiere autodisciplina y paciencia. Los jóvenes aprenden a postergar la gratificación instantánea y a trabajar hacia objetivos a largo plazo, lo que es fundamental para el éxito en varios aspectos de la vida, como la educación, el deporte, la carrera profesional y las relaciones personales.
Reducción del estrés: Saber manejar la frustración ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Los jóvenes pueden desarrollar estrategias efectivas para calmarse en momentos de frustración, lo que contribuye a una mejor salud mental y emocional.
Aprendizaje y crecimiento: La frustración puede ser un motor para el aprendizaje y el crecimiento personal. Cuando los jóvenes enfrentan desafíos y superan obstáculos, adquieren nuevas habilidades y conocimientos, lo que mejora su autoconfianza y autoestima.
Comunicación efectiva: Aprender a expresar sus sentimientos de frustración de manera constructiva y a buscar soluciones adecuadas promueve una comunicación efectiva. Esto es crucial para establecer relaciones saludables y resolver conflictos de manera positiva.
Preparación para la vida adulta: Enfrentar la frustración en la juventud prepara a los individuos para los desafíos que enfrentarán en la vida adulta. Les brinda las habilidades y la mentalidad necesarias para abordar situaciones complicadas con madurez y confianza.
Usain Bolt dijo:
«Entreno 4 años para correr 9 segundos y hay gente que se rinde cuando no ve resultados en 2 meses.«
Esto es aplicable al resto de deportistas olímpicos 😉
Alberto Fuentes
678 932 188